Nuevamente veo las sombras, antiguas compañeras, consejeras de mi alma
El suave manto de la soledad una vez más cubre mis tibios hombros
Miro las estrellas ellas me reclaman tanto tiempo de abandono y la luna ni siquiera me dirige la mirada… esperemos el padre tiempo interceda en nosotros
He recuperado a una vieja compañera al reconciliarme con mi antigua soledad, un buen amigo, mi corazón, toco nuevamente mi puerta, también, un par de gemelos la culpa y la envida, malos consejeros, se posan en mi conciencia.
Moriría por que el cobijo de la noche no acabara… morir, dejarlo todo, ser completamente egoísta con todo y con todos… solo pensar en mi, lo dejaría todo, mi vida, mi cuerpo, mi alma, no me despediría de mi familia, no me gustaría estar vivo y verlos llorar, a mis amigos solo un adiós sin un porque, a quien amo le daría un abrazo sincero y un “te amo” desde el corazón. Después simplemente me gustaría dormir y no despertar jamás.